miércoles, 6 de mayo de 2020

Camino, verdad y vida

5º Domingo de Pascua, ciclo A
Hch 6,1-7  -  1Pe 2,4-9  -  Jn 14,1-12

   Cuando Tomás le pregunta: Señor, no sabemos adónde vas,
¿cómo vamos a conocer el camino?, Esto le permite a Jesús anunciar
esta Buena Noticia: Yo soy el camino, la verdad y la vida.
*Él es el camino que nos conduce hacia el Padre.
*Él es la verdad que nos hace libres.
*Él es la vida que nos colma de alegría. (Plegaria Eucarística V- b).

Jesús es el camino que nos conduce hacia el Padre
   Hoy, en la ciudad y en el campo, hay hombres y mujeres que:
viven desorientados… corren de un lugar a otro sin saber para qué…
son esclavos del consumismo… amontonan cosas inservibles…
¿Por qué sucede eso en nuestro país con tantos millones de católicos?
¿Se puede servir al mismo tiempo a Dios y al dinero? (Mt 6,24).
¿El curso de religión promueve la liberación de tanta desorientación?
¿Qué formación se da en las charlas pre-sacramentales?
¿Qué nos impide llevar una vida sencilla… para alimentar, vestir,
sanar a las personas abandonadas (Lc 10,30ss; 16,19ss)?
   Para responder a estas y otras preguntas, tengamos presente
que el Profeta Jesús, en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,16ss),
anuncia que los pobres, los cautivos, los ciegos, los oprimidos
son su primera preocupación, todos ellos están en su corazón.
   Una sociedad fraterna es posible, si escuchamos a Jesús que dice:
*El camino que lleva a la perdición es ancho y muchos van por ahí.
¡Y qué angosto y estrecho es el camino que lleva a la salvación!,
y son pocos los que lo encuentran (Mt 7,13s).
*Juan vino a enseñar el camino de la justicia, y no le creyeron,
mientras que los publicanos y las prostitutas le creyeron (Mt 21,32).
*La luz está todavía entre ustedes, pero por poco tiempo.
Caminen mientras tienen luz, para que no les sorprenda la noche,
porque quien camina en la oscuridad, no sabe adónde va.
Mientras tengan luz, crean en ella y serán hijos de la luz (Jn 12,35s).

Jesús es la verdad que nos hace libres
  ¿Hasta cuándo ciertos medios de comunicación seguirán mintiendo,
en vez de informar objetivamente y formar la opinión de la gente?
¿Es justo jurar “usando” la Biblia y la imagen de Jesús Crucificado, 
para decir: la verdad, toda la verdad  y nada más que la verdad,
cuando el juicio ya lo ganó el que sobornó al juez y a los testigos?
¿Por qué -en nuestra sociedad “cristiana”- hay personas, autoridades,
y grupos políticos que roban, matan y destruyen (Jn 10,10)?
   Jesús es la verdad significa que la única verdad es el amor,
para liberar a quienes sufren las consecuencias de tantas injusticias.
*Si permanecen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos,
Entonces conocerán la verdad y la verdad les hará libres (Jn 8,31s).
*Padre, santifícalos con la verdad, pues tu palabra es la verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, también yo los envío al mundo.
Por ellos me santifico, para que sean santificados con la verdad.
Ruego por los que van a creer en mí, al oír su palabra (Jn 17,17ss).
*Yo soy Rey y vine al mundo, para dar testimonio de la verdad.
Quien está de parte de la verdad escucha mi voz (Jn 18,37).

Jesús es la vida que nos colma de alegría
   ¿Qué hacemos cuando se destruye: la vida de nuestra madre tierra,
la vida de los pobres indefensos, la vida de las futuras generaciones?
Hace falta conversión ecológica, pues el crimen contra la naturaleza
es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios (LS, 8).
Además, los creyentes debemos ser conscientes que: cada criatura
refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos (LS, 221).
La Eucaristía -nos recuerda el Papa- es fuente de luz y de motivación
para preocuparnos por el ambiente y cuidar todo lo creado (LS, 236).
   Solo así, el pan y el vino que ofrecemos en la Eucaristía, deben ser:
fruto de la tierra que da vida, y no de la tierra contaminada,
y también fruto de un trabajo digno de los hombres y mujeres.
   Jesús, el campesino de Nazaret, tiene autoridad moral para decir:
*Yo soy el pan vivo… quien come de este pan vivirá (Jn 6,51).
*Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante (Jn 10,10).
*Éste es mi mandamiento: ámense unos a otros como yo les amo.
El amor más grande es dar la vida por sus amigos (Jn 15,12s). 
*Padre, esta es la vida eterna: conocerte a ti, el único Dios verdadero,
y conocer a Jesucristo, a quien tú enviaste (Jn 17,3).
J. Castillo A.

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