miércoles, 6 de enero de 2016

El bautismo es un nuevo nacimiento

Bautismo de Jesús, ciclo C
Is 40,1-5. 9-11  -  Tito 2,11-3,7  -  Lc 3,15-16. 21-22

  En el Evangelio de hoy, hay dos Buenas Noticias sobre Jesús:
*La primera Buena Noticia la hace el profeta Juan cuando dice:
Viene uno y Él les bautizará con Espíritu Santo y fuego.
*Luego, mientras Jesús es bautizado, ora, y el Espíritu Santo
desciende sobre Él, y una voz le dice: Tú eres mi Hijo amado.
*Y nosotros, ¿qué testimonio damos de nuestro bautismo?

Él les bautizará con el Espíritu Santo y fuego
   La misión del profeta Juan es preparar la venida de Jesús.
Para ello, Juan recorre la región del río Jordán y predica
un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.
   Y como todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
el profeta del desierto responde diciendo: yo les bautizo con agua
Y, al mismo tiempo, les exige dar frutos de una sincera conversión:
compartir el pan con el hambriento… vestir al que está desnudo…
cobrar lo justo… no maltratar ni hacer denuncias falsas… (Lc 3,7ss).
   A continuación, Juan anuncia: Viene uno con más autoridad que yo.
Él les bautizará con el Espíritu Santo y fuego (Lc 3,16). Ciertamente,
el agua lava… el fuego purifica… el Espíritu transforma, santifica
*La acción del Espíritu Santo está presente en la vida de Jesús:
-El Espíritu Santo desciende sobre Él mientras se bautiza (Lc 3,22).
-Jesús se deja llevar por el Espíritu Santo al desierto (Lc 4,1).
-Impulsado por el Espíritu Santo, Jesús vuelve a Galilea (Lc 4,14).
-Con la alegría del Espíritu Santo, Jesús alaba al Padre (Lc 10,21)…
Antes de su Ascensión, Jesús dice a sus discípulos: Juan bautizó con
agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo (Hch 1,5).
Por su parte, S. Pablo escribe: Todos nosotros hemos sido bautizados
en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo (1Cor 12,13).
*Sobre el fuego, Jesús dice: He venido a prender fuego en la tierra,
y, ¡cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, y ¡qué angustia siento hasta que se cumpla (Lc 12,49s).

Tú eres mi Hijo amado, el predilecto
   Jesús siendo igual a Dios, se humilla, se hace servidor (Flp 2,6-11),
vive pobre entre los pobres, y se bautiza con el pueblo como uno más.
Mientras se bautiza… Jesús orael Espíritu Santo baja sobre Él
y una voz del cielo anuncia: Tú eres mi hijo amado, el predilecto
   Al respecto, tengamos presente lo que dijo Juan Pablo II, en 1994:
La Iglesia siente cada vez más fuerte el impulso del Espíritu Santo
a ser pobre entre los pobres, a recordar a todos la necesidad
de conformarse con el ideal de pobreza predicada y practicada
por Cristo, y a imitarlo en su amor sincero y concreto a los pobres.
   Para construir una sociedad humana, justa y fraterna, oigamos
a Jesús, el Hijo amado, que nos revela el verdadero rostro de Dios:
-Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores. Así serán hijos
del Padre de ustedes, que hace salir el sol sobre malos y buenos,
y hace caer la lluvia sobre justos y pecadores.
-Miren las aves del cielo: no siembran ni cosechan, sin embargo,
el Padre del cielo las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?
-Sean misericordiosos como es misericordioso el Padre de ustedes.

Llamados a dar testimonio de nuestro bautismo
   ¿Cómo se explica que en países de tradición católica, como el Perú,
tengamos: injusticia, corrupción, violencia, narcotráfico, etc.?
   Muchas cosas cambiarían en nuestra sociedad, si los cristianos nos
esforcemos en vivir nuestro bautismo como un nuevo nacimiento,
amando a Dios y a nuestro prójimo. Este es el camino que nos lleva a:
-ser, de veras, oyentes y servidores de la Palabra de Dios…
-dar testimonio de nuestro bautismo con palabras y obras…
-ayudar a la gente sencilla a ver, oír, reflexionar, hablar, actuar…
-leer e interpretar los signos de los tiempos…
-crear una corriente de opinión inspirada en el Evangelio…
-proponer los valores del Reino como base de proyectos sociales…
-dar testimonio de Jesús, como lo hace el profeta Juan: Ahora mi
 alegría es grande, que Él crezca y yo disminuya (Jn 3,22ss). 
   Todos los bautizados estamos llamados a hacer realidad esta misión,
pues: La juventud no es solo la falta de arrugas y de canas.
La vejez no es solo la edad avanzada.
Bien saben ustedes que ser joven es tener una causa
a la que consagrar la propia vida (Dom Helder Camara, 1968).  
J. Castillo A.

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