Nacimiento de Jesús, ciclo C.
Is 9,1-6
- Tito 2,11-14 - Lc
2,1-14
Cuando el
consumismo desenfrenado sigue desfigurando la Navidad,
los
cristianos debemos recuperar el mensaje del nacimiento de Jesús;
pues
Dios, que tanto nos ama, se hace presente en medio de nosotros
en
la fragilidad de un niño, su Hijo único, que nace pobre e indefenso.
María
da a luz a su hijo primogénito
Habiendo
recorrido unos 140 kilómetros, José y María llegan a Belén.
Meditemos
en el nacimiento de Jesús a la luz de su vida pública.
*A
María le llega la hora del parto. Fue riesgoso para María
y
para el niño que lleva en su seno, hacer un viaje de varios días.
Más
tarde, al despedirse y al ver que sus discípulos están tristes,
Jesús
les dice: Cuando una mujer va a dar a
luz, está triste, porque
le llega su hora. Pero, cuando nace la
criatura, no se acuerda
del dolor por la alegría de haber traído
un hijo al mundo
(Jn 16,21s).
*Da a
luz a su hijo primogénito. Jesús nace pobre para enriquecernos
con
su pobreza (2Cor 8,9), por eso tiene autoridad moral para decir:
Felices ustedes, los pobres, porque de
ustedes es el Reino de Dios.
Felices ustedes, los que ahora tienen
hambre, porque serán saciados.
Felices ustedes, los que ahora lloran,
porque van a reír
(Lc 6,20ss).
*Lo
envuelve en pañales. Esta costumbre se observa desde siempre:
Al nacer, yo también respiré el aire
común, y al caer en la tierra
que todos pisan, mi primera voz, como la
de todos, fue el llanto;
me criaron entre pañales y con cuidados (Sab 7,3s; Ez 16,4).
Años
después, José de Arimatea, hombre bueno y
justo,
pide a Pilato el cuerpo de Jesús, lo
envuelve en una sábana
y lo coloca en un sepulcro cavado en la
roca
(Lc 23,50ss).
*Lo
acuesta en el establo, porque no hay lugar en la posada. Vino
a los suyos, y los suyos no le reciben (Jn 1,11).
Tampoco hay lugar
para
Él en la sinagoga de Nazaret, pues sus paisanos indignados:
lo empujan fuera del pueblo hasta un
barranco, con intención
de arrojarlo. Pero Él se abre paso y
sigue su camino
(Lc 4,57ss).
Hoy
ha nacido para ustedes el Salvador
Dios Padre compasivo que defiende a los
pobres, a las viudas,
a
los forasteros, a los huérfanos… toma la iniciativa de anunciar
el
nacimiento de su Hijo único, a unos pastores a quienes la sociedad
y
la religión los desprecian y los consideran ladrones
y gente impura.
*Cuando el ángel del Señor se les
presenta y la gloria del Señor
los
envuelve con su luz, aquellos pastores sienten un gran temor;
curiosamente
tienen miedo no a la oscuridad de la noche, sino a la luz.
También, muchos de nosotros preferimos la
oscuridad y no la luz:
La luz vino al mundo, y los hombres
prefirieron las tinieblas a la luz,
pues sus obras son malas. Quien obra mal
odia la luz y no se acerca
a la luz, para que no se descubra sus
malas acciones. En cambio,
el que vive de acuerdo a la verdad, se
acerca a la luz, para que se vea
que todo lo hace de acuerdo a la
voluntad de Dios
(Jn 3,19ss).
*Luego el ángel del Señor les dice: Les
anuncio una Buena Noticia,
motivo
de mucha alegría para todos: hoy, les ha nacido el Salvador.
Esta
Buena Noticia es la misma persona de
Jesús y, por eso, es motivo
de
alegría para aquellos pastores marginados y para todo el pueblo.
Pero,
hoy, si la persona de Jesús ha dejado de ser Buena Noticia,
si
sus enseñanzas y obras son simples ritos que no dicen nada,
si
repartimos juguetes y ropas usadas, sin ir a la raíz del problema,
si
nos dejamos esclavizar por el consumismo que deshumaniza…
estaremos
celebrando cualquier cosa menos el Nacimiento
de Jesús.
*Después, el ángel del Señor les dice: En
esto lo van a reconocer,
encontrarán
al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.
Si quieres
encontrar a Dios búscalo en la humildad, en la pobreza,
es donde Él está escondido, en los más
necesitados, en los enfermos,
hambrientos, encarcelados. Jesús cuando
nos predica la vida nos dice
cómo será nuestro juicio. No dirá vengan
conmigo porque hiciste
tantas ofrendas al templo. La entrada al
cielo no se paga con dinero.
No dirá tú eres muy importante, has
estudiado tanto… Los honores no
nos abren la puerta del cielo. ¿Qué nos
dirá Jesús para abrirnos las
puertas del cielo?: estaba hambriento y
me diste de comer… enfermo
y en la cárcel y has venido a verme. (Papa
Francisco, 18 dic. 2015).
El
mismo Jesús que nace pobre en Belén, aquel día nos dirá: Lo que
hicieron a mis hermanos insignificantes,
a mí me lo hicieron
(Mt 25).
Hagamos
la voluntad de Jesús para poder decir: ¡FELIZ NAVIDAD!
J. Castillo A.
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