miércoles, 16 de diciembre de 2015

El encuentro de dos madres

4º Domingo de Adviento, ciclo C
Miq 5,1-4  -  Heb 10,5-10  -  Lc 1,39-45

Entre 1995-2000, para acabar no con la pobreza sino con los pobres,
se aplicó -en el Perú- el Programa Nacional de Planificación Familiar.
Se realizó unas 270,000 esterilizaciones forzadas en mujeres, quienes
no tendrán la alegría de llevar en su seno el fruto bendito de un hijo.
   Muy diferente  lo que sucede en las montañas de Judea, cuando
María la madre de Jesús, visita a su prima Isabel la madre de Juan.

Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre
   María vive en Nazaret, de donde no sale algo bueno (Jn 1,46). 
Sin embargo, Dios envía al ángel Gabriel a Nazaret, para anunciar
a María: Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús.
Ella, después de escuchar el mensaje del ángel Gabriel, exclama:
Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí según tu palabra.
   Luego, María se levanta y va a Judea para saludar a su prima Isabel.
Al oír su saludo, Isabel llena del Espíritu Santo dice con voz fuerte:
*Bendita eres entre las mujeres. María es bendita porque cree,
porque lleva en su seno a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.
Más tarde, una mujer pobre y creyente, alza la voz y dice a Jesús:
¡Bendita la mujer que te dio a luz y te alimentó! (Lc 11,27).
*Bendito es el fruto de tu vientre. Jesús, fruto bendito del vientre
de María, viene a este mundo para salvarnos, da de comer
a los hambrientos, sana a los enfermos, perdona a los pecadores.
*Feliz tú que has creído, porque se cumplirá lo que te dijo el Señor.
Tanto amó Dios al mundo que nos ha dado a su Hijo único,
para que todos los que creen en Él, tengan la vida eterna (Jn 3,16).
   Después del saludo de Isabel, María alaba a Dios diciendo:
Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Actúa con la fuerza de su brazo. Dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos. Enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes. A los ricos los despide vacíos.
   Meditemos a continuación en las nueve salidas de María.

María se levanta y se pone en camino para ir…
*A la montaña de Judea… Mientras los poderosos de este mundo
oprimen a las personas débiles y matan a los niños indefensos;
dos mujeres pobres y creyentes, guiadas por el Espíritu Santo,
proclaman la dignidad de la mujer y de los niños que van a nacer:
Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.
*A la ciudad de Belén… Allí María da a luz a su hijo primogénito,
lo envuelve en pañales y lo acuesta en el establo,
porque no había alojamiento para ellos en la posada.
Luego, el Ángel del Señor se presenta a los pastores para decirles:
Hoy, ha nacido para ustedes -en Belén- el Salvador (Lc 2,1-14).
*Al templo de Jerusalén… José y María llevan al niño Jesús
a Jerusalén para consagrarlo al Señor. En esa ocasión, Simeón
dice a María: Mira, este niño está destinado a hacer que muchos
en Israel caigan o se levanten. Será signo de  contradicción…
En cuanto a ti, una espada te atravesará el corazón (Lc 2,22-40).
*A Egipto…El Ángel del Señor se aparece en sueños a José y le dice:
Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto,
porque Herodes buscará  al niño para matarlo (Mt 2,13-15).
*A Jerusalén…Jesús al cumplir doce años de edad, va con sus padres
a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Al terminar la fiesta, Jesús
se queda allí, sin que sus padres se dieran cuenta. Al cabo de tres días
lo hallan en el templo, y ante la pregunta angustiada de su madre,
Jesús le dice: Debo de ocuparme en las cosas de mi Padre (Lc 2,49).
*A Caná de Galilea… María, Jesús y sus discípulos son invitados
a unas bodas en Caná de Galilea. Como el vino se acabó, María dice
a Jesús: No tienen vino. Luego, dirigiéndose a los servidores les dice:
Hagan todo lo que Él les diga (Jn 2,1-12).
*A la región de Galilea… La gente le dice a Jesús: Mira, tu madre
y tus hermanos están fuera y te buscan. Jesús responde: El que hace
la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi madre (Mc 3,32-35).
*Al Calvario… Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo
amado, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre (Jn 19,25-27).
*A Jerusalén… María está presente en la naciente Iglesia guiada
por el Espíritu Santo (Hch 1,14; 2,1-4). Todos los creyentes se reúnen
para: -oír las enseñanzas de los apóstoles, -vivir unidos, -participar
en la fracción del pan y en las oraciones (Hch 2,42).
J. Castillo A.      

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