4º Domingo de Adviento, ciclo C
Miq
5,1-4 -
Heb 10,5-10 - Lc 1,39-45
Entre 1995-2000,
para acabar no con la pobreza sino con los pobres,
se
aplicó -en el Perú- el Programa Nacional de Planificación Familiar.
Se
realizó unas 270,000 esterilizaciones forzadas en mujeres, quienes
no
tendrán la alegría de llevar en su seno el
fruto bendito de un hijo.
Muy
diferente lo que sucede en las montañas
de Judea, cuando
María
la madre de Jesús, visita a su prima Isabel la madre de Juan.
Bendita
eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre
María vive en Nazaret, de donde no sale algo bueno (Jn
1,46).
Sin
embargo, Dios envía al ángel Gabriel a Nazaret, para anunciar
a
María: Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús.
Ella,
después de escuchar el mensaje del ángel Gabriel, exclama:
Yo
soy la servidora del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Luego,
María se levanta y va a Judea para saludar a su prima Isabel.
Al
oír su saludo, Isabel llena del Espíritu Santo dice con voz fuerte:
*Bendita
eres entre las mujeres. María es bendita
porque cree,
porque
lleva en su seno a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.
Más
tarde, una mujer pobre y creyente, alza la voz y dice a Jesús:
¡Bendita la mujer que te dio a luz y te
alimentó!
(Lc 11,27).
*Bendito
es el fruto de tu vientre. Jesús, fruto bendito del vientre
de
María, viene a este mundo para salvarnos,
da de comer
a los hambrientos, sana a los enfermos,
perdona a los pecadores.
*Feliz
tú que has creído, porque se cumplirá lo que te dijo el Señor.
Tanto amó Dios al mundo que nos ha dado
a su Hijo único,
para que todos los que creen en Él,
tengan la vida eterna
(Jn 3,16).
Después del saludo de Isabel, María alaba
a Dios diciendo:
Su
misericordia llega a sus
fieles de generación en generación.
Actúa con la fuerza de su brazo. Dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos. Enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes. A los ricos los despide vacíos.
Meditemos
a continuación en las nueve salidas de María.
María
se levanta y se pone en camino para ir…
*A la montaña de Judea… Mientras los
poderosos de este mundo
oprimen
a las personas débiles y matan a los niños indefensos;
dos
mujeres pobres y creyentes, guiadas por el Espíritu Santo,
proclaman
la dignidad de la mujer y de los niños que van a nacer:
Bendita eres entre las mujeres y bendito
es el fruto de tu vientre.
*A la ciudad de Belén… Allí María da a luz a su hijo primogénito,
lo envuelve en pañales y lo acuesta en
el establo,
porque no había alojamiento para ellos
en la posada.
Luego,
el Ángel del Señor se presenta a los pastores para decirles:
Hoy, ha nacido para ustedes -en Belén-
el Salvador
(Lc 2,1-14).
*Al templo de Jerusalén… José y María
llevan al niño Jesús
a
Jerusalén para consagrarlo al Señor. En esa ocasión, Simeón
dice
a María: Mira, este niño está destinado a
hacer que muchos
en Israel caigan o se levanten. Será
signo de contradicción…
En cuanto a ti, una espada te atravesará
el corazón
(Lc 2,22-40).
*A Egipto…El Ángel del Señor se aparece
en sueños a José y le dice:
Levántate, toma al niño y a su madre, y
huye a Egipto,
porque Herodes buscará al niño para matarlo (Mt 2,13-15).
*A Jerusalén…Jesús al cumplir doce años
de edad, va con sus padres
a
Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Al terminar la fiesta, Jesús
se
queda allí, sin que sus padres se dieran cuenta. Al cabo de tres días
lo
hallan en el templo, y ante la pregunta angustiada de su madre,
Jesús
le dice: Debo de ocuparme en las cosas de
mi Padre (Lc 2,49).
*A Caná de Galilea… María, Jesús y sus
discípulos son invitados
a
unas bodas en Caná de Galilea. Como el vino se acabó, María dice
a
Jesús: No tienen vino. Luego,
dirigiéndose a los servidores les dice:
Hagan todo lo que Él les diga (Jn 2,1-12).
*A la región de Galilea… La gente le
dice a Jesús: Mira, tu madre
y tus hermanos están fuera y te buscan. Jesús
responde: El que hace
la voluntad de Dios, ese es mi hermano y
mi madre (Mc
3,32-35).
*Al Calvario… Jesús, al ver a su madre y
junto a ella al discípulo
amado,
dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu
hijo.
Después
dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre
(Jn 19,25-27).
*A Jerusalén… María está presente en la
naciente Iglesia guiada
por
el Espíritu Santo (Hch 1,14; 2,1-4). Todos los creyentes se reúnen
para:
-oír las enseñanzas de los apóstoles,
-vivir unidos, -participar
en la fracción del pan y en las
oraciones
(Hch 2,42).
J. Castillo A.
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