miércoles, 4 de noviembre de 2020

Vivir preparados (32º Ord A)

 

32º Domingo, Tiempo  Ordinario, ciclo A

 

*Quienes buscan sabiduría, fácilmente la encuentran  (Sab 6,12-16)

*Dios llevará con Jesús, a los que murieron con Él (1Tes 4,13-18)

*Estén preparados, porque no saben el día ni la hora (Mt 25,1-13)

 

VIVIR PREPARADOS

   Al comparar el Reino de Dios con la celebración de una boda,

Jesús nos pide estar vigilantes desde ahora… desde esta vida…

   Todos sabemos que el aceite da luz, solamente si se consume.

Por eso, la persona sabia es la que ama y consume su vida sirviendo

al prójimo, para hacer realidad una sociedad más humana y fraterna.

   En cambio, el necio vive instalado, encerrado en su egoísmo.

 

Personas necias que viven con las lámparas apagadas

   Cierto día, el filósofo griego Diógenes de Sínope (412-323 a.C.),

recorre las calles de Atenas llevando una lámpara encendida.

Mientras camina, tiene la esperanza de hallar personas honestas,

lamentablemente, solo encuentra personas necias y corruptas.

   Hay personas que se aprovechan del texto evangélico de hoy,

para meter miedo -por ejemplo- a quienes participan en la Eucaristía,

diciéndoles: “Ustedes no saben ni el día ni la hora de la muerte”.

Tengamos presente que no es la muerte la que da sentido a nuestra vida,

todo lo contrario, aprendiendo a vivir se aprende también a morir.

   Hoy, cuánta falta nos hace reflexionar en los siguientes textos:

Ay de ustedes que envenenan la justicia y pisotean el derecho (…).

Odian al que juzga rectamente y aborrecen al que dice la verdad!

Por haber oprimido al pobre, exigiéndole tributo de su cosecha,

si construyen casas lujosas con piedras talladas, no las habitarán;

y si plantan viñas selectas, no beberán de su vino (Amós, 5,7. 10s).

*Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá su sabor?

Ya no sirve. La arrojarán a la basura y la gente la pisará (Mt 5,13).

*Quien escucha mis enseñanzas y no las pone en práctica,

se parece a una persona tonta que construye su casa sobre arena.

Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos,

y la casa se derrumbó, ocasionando una ruina terrible (Mt 7,26s).

*La luz vino al mundo, y los hombres prefieren las tinieblas a la luz,

pues sus acciones son malas. Quien obra el mal odia la luz (Jn 3,19s).

Personas sabias que viven con las lámparas encendidas

   Mientras un pobre ciego camina de noche, su amigo lo reconoce,

se acerca, y le dice: ¿Qué haces Guno? Tú eres ciego y no ves,

sin embargo, caminas llevando una lámpara encendida.

El ciego le responde: Conozco de memoria las calles de este pueblo,

si llevo esta lámpara encendida, no es para ver el camino, soy ciego;

sino para que otros encuentren su camino cuando me ven a mí.

¡Felices las personas sencillas que dan y comparten desde su pobreza!

   Ya lo dijimos, la lámpara alumbra, solo si el aceite se consume.

Esto quiere decir que la capacidad de ver, oír y practicar…es personal,

no se puede transferir, ni considerar como propio lo que hacen otros.

No es egoísmo que las prudentes no comparten su aceite con las necias.

Por eso, quien oye las enseñanzas de Jesús y las pone en práctica,

puede alumbrar a los demás, para que den sentido a sus vidas.

Esto es factible, solamente, si somos la luz del mundo (Mt 5,14),

   Durante la celebración del bautismo de niños, el celebrante dice:

A ustedes, padres y padrinos, se les confía acrecentar esta luz.

Que sus hijos, iluminados por Cristo, caminen como hijos de la luz

y, perseverando en la fe, puedan salir al encuentro del Señor.

Después, aquellos niños bautizados, ¿caminarán como hijos de la luz?

   Examinemos nuestra vida, meditando en las enseñanzas de Jesús:

*No  se enciende una lámpara para meterla en un cajón,

sino que se la pone en el candelero para que alumbre a todos.

Así debe brillar la luz de ustedes ante los demás, para que

viendo sus buenas obras, glorifiquen al Padre del cielo (Mt 5,15s).

*Quien escucha mis enseñanzas y las pone en práctica,

se parece a una persona sabia que construye su casa sobre roca.

Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos contra la casa,

pero no se derrumbó, porque tenía su base sobre roca (Mt 7,24s).

*La piedra despreciada es ahora la piedra principal (Mt 21,42).

   El aceite es imagen del amor y buenas obras. Oigamos a San Pablo:

El amor: Es paciente y servicial, no es envidioso ni busca aparentar.

No es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca su interés ni se irrita.

Olvida las ofensas y las perdona.

Nunca se alegra de la injusticia, y siempre se alegra de la verdad.

Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (…).

Ahora tenemos tres cosas permanentes: la fe, la esperanza y el amor;

pero la más importante de las tres es el amor (1Cor 13). J. Castillo A

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario puede ayudar a mejorar este blog