miércoles, 19 de diciembre de 2018

Paz en la tierra

Nacimiento de Jesús
Is 9,1-6  -  Tito 2,11-14  -  Lc 2,1-14

   Jesús nace, no en un palacio en medio de tantos adornos superfluos,
sino en un establo de animales, a donde van un grupo de pastores.
Ellos llevan una vida muy dura, vigilando el rebaño durante la noche,
son también los primeros misioneros: anuncian lo que ven y oyen.

El nacimiento de un niño pobre
   El nacimiento del niño Jesús, que narra el evangelista Lucas,
debemos meditarlo a la luz de su pasión, muerte y resurrección.
*Para ir a Belén, José y María han caminado unos 140 kilómetros.
Allí, tocan muchas puertas pidiendo alojamiento,
y como no hay sitio en la posada, María da a luz en un establo.
Desde esta experiencia, Jesús tiene autoridad moral para anunciar:
Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece.
Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados.
Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán (Lc 6,20ss).
¿Qué hacemos por los niños explotados por el capitalismo salvaje?
*Después de dar a luz, María envuelve a su hijo Jesús en pañales.
Lo mismo hace José de Arimatea: Pide a Pilato el cuerpo de Jesús,
lo envuelve en una sábana y lo coloca en un sepulcro (Lc 23,50ss).
¿Vestimos y abrigamos a tantos niños pobres que sufren frío?
*Luego, el ángel del Señor se aparece a los pastores para anunciarles:
Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes el Salvador.
A Jesús, mientras ora de rodillas en el huerto de los Olivos,
se le aparece un ángel que le anima y le da fuerzas (Lc 22,41ss).
¿Actuamos con entrañas de misericordia, dando cariño a los niños?
*De pronto, una multitud de ángeles glorifican a Dios diciendo:
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a todas las personas.
Algo semejante sucede cuando Jesús entra en la ciudad de Jerusalén,
sus discípulos dicen: Paz en el cielo y gloria al Altísimo (Lc 19,38).
Y Jesús resucitado, anuncia: La paz esté con ustedes (Lc 24,36).
¿Trabajamos por una paz verdadera, basada en la verdad y justicia?

En aquella región había unos pastores
   Dios toma la iniciativa de anunciar el nacimiento de su Hijo,
a unos pastores despreciados por las autoridades del templo.
*Sin embargo, cuando la gloria de Dios los envuelve con su luz,
aquellos pastores sienten un gran temor.
Quizás tienen miedo, no a las tinieblas sino a la luz… como nosotros
que preferimos no la luz de la verdad, sino las tinieblas de la maldad:
La luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz,
porque sus obras eran malas. Quienes obran mal odian la luz,
no se acercan a la luz, por temor de que sus obras sean descubiertas.
En cambio, los que obran conforme a la verdad se acercan a la luz,
para que vean que todo lo hacen según la voluntad de Dios (Jn 3,19).
*A continuación, el mensajero del Señor les dice: No tengan miedo,
les traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo.
El nacimiento de Jesús es motivo de alegría, preferentemente,
para los despreciados, los hombres y las mujeres que no valen nada.
Hoy, si la persona de Jesús ya no es Buena Noticia para nosotros…
si sus enseñanzas, obras y gestos audaces no nos dicen nada…
si le amamos con los labios, pero nuestro corazón está lejos de Él…
si somos indiferentes con sus hermanos/as que tienen hambre y sed…
estamos celebrando cualquier cosa… menos su nacimiento en  Belén.
*Luego, el ángel les anuncia que la salvación ha llegado a ellos:
Hoy, en Belén, ha nacido para ustedes el Salvador, Cristo, el Señor.
Que esta salvación llegue hoy, preferentemente, a los niños y niñas:
-que nacen con el peso intolerable de la pobreza y de  la miseria…
-que caminan por nuestras calles pidiendo limosna…
-que buscan en la basura algo que tenga valor para llevarlo a casa…
-que andan mal vestidos sin poder protegerse del frío y de la lluvia…
-que van a dormir, generalmente, con el estómago vacío…
   Hace años, en la puerta del templo de una parroquia de la ciudad,
dejaron abandonado a un niño más o menos de una semana de nacido.
Es un caso más de tantos niños huérfanos de padres vivos.
Mientras los que “han oído Misa entera” se van sin hacer nada,
una madre pobre con seis hijos -que va de paso- lo acoge y lo adopta.
   Teniendo presente este gesto solidario de acoger y dar vida,
les deseo a ustedes ¡FELIZ NAVIDAD!, comparable con la felicidad
de aquella humilde madre y del niño que ya tiene un hogar.
J. Castillo A.

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