Sagrada Familia, ciclo C
1Sam 1,20-28 - 1Jn
3,1-2. 21-24 - Lc 2,41-52
Bendita sea la familia de José, María y
Jesús que nos enseña:
el significado de la familia… su
comunión de amor…
su sencilla y austera belleza… su
carácter sagrado
(Pablo VI, 1964).
Bendito
sea Jesús que anuncia el verdadero
rostro de Dios Padre.
Bendita
sea María que medita en los gestos y
palabras de Jesús.
José,
María y el joven Jesús van a Jerusalén
Al cumplir doce años, Jesús va a
Jerusalén con José y María,
para
la Pascua: liberación de su pueblo
de la esclavitud de Egipto.
Al
respecto, reflexionemos y practiquemos los siguientes textos:
*He
visto la opresión de mi pueblo en
Egipto,
he
oído sus quejas, me he fijado en sus sufrimientos,
he
bajado para liberarlos
y llevarlos a una tierra fértil (Ex 3,7ss).
*No
explotes ni oprimas al
extranjero,
porque ustedes también fueron
extranjeros en Egipto…
No
maltrates a las viudas ni
a los huérfanos…
Si
prestas dinero a una persona
pobre de mi pueblo que vive contigo,
no seas como el prestamista, cobrándole
intereses…
Si
tomas en prenda la ropa de una persona
pobre,
se lo devolverás antes de ponerse el
sol,
porque esa ropa es lo único que tiene
para protegerse del frío;
si no, ¿sobre qué va a acostarse el
pobre?
(Ex 22,20ss).
*Cuando algún día tu hijo te pregunte:
¿qué significa estos mandatos, leyes y
decretos
que les ha ordenado el Señor nuestro
Dios?
Le responderás a tu hijo: Éramos esclavos del faraón en Egipto,
y el
Señor nos sacó de allí con gran poder (Dt 6,20ss).
*Al llegar la hora, se sientan a la mesa y Jesús
dice a sus discípulos:
Cuánto
he deseado comer con
ustedes esta Pascua antes de morir.
Les aseguro que no volveré a comerla
hasta que se cumpla en el Reino de Dios (Lc 22,14ss).
Debo
de estar en la casa de mi Padre
Según el texto de Lucas, las primeras
palabras de Jesús son:
Debo
de estar en la casa de mi Padre.
Más
tarde, Jesús anunciará -con palabras y obras- esta Buena Noticia:
Dios
es un Padre compasivo y misericordioso.
*A ustedes que me escuchan les digo: Amen a
sus enemigos.
Hagan el bien a quienes les odian.
Bendigan a quienes les maldicen.
Oren por quienes les insultan… Sean misericordiosos
como
es misericordioso el Padre de ustedes (Lc 6,27-36).
*Al volver los setenta y dos discípulos…
Jesús lleno de alegría dice:
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has ocultado estas cosas a los
sabios y entendidos,
y las diste a conocer a la gente
sencilla
(Lc 10,21).
*Cuando un discípulo dice: Señor, enséñanos a orar; Jesús contesta:
Cuando recen digan: Padre, santificado sea tu nombre…
Danos hoy nuestro pan de cada día… (Lc 11,1ss).
*Jesús que acoge y come con pecadores,
denuncia a los hipócritas,
narrando
la parábola del padre misericordioso
(Lc 15,11-32).
*Jesús crucificado, antes de morir
pronuncia sus últimas palabras:
-Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen
(Lc 23,34).
-Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu
(Lc 23,46).
María
medita todo esto en su corazón
María -al meditar- va profundizando en la misión de su hijo Jesús,
y,
de esta manera, ella también crece en
gracia y en sabiduría.
Para
no dejarnos esclavizar por la propaganda comercial navideña,
sigamos
el ejemplo de María, la madre de Jesús y madre nuestra.
Busquemos
tiempo y silencio para: -dar sentido
a nuestra vida, y
-crear una familia humana fraterna, como
Jesús quiere (Lc 8,19ss).
Como
hace María, meditemos también en los
siguientes textos:
*El ángel le dice: Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo.
Estas palabras la impresionan muchísimo
y se
pregunta que significaría este saludo (Lc 1,28s).
*Al recibir, en Belén, la visita de los
pastores,
María observa cuidadosamente estos
acontecimientos,
y los
medita en su corazón (Lc 2,19).
*Pasados los días de angustia y después
de hallar a su hijo Jesús,
María guarda todo esto en su corazón (Lc 2,51).
J. Castillo A.
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