miércoles, 28 de octubre de 2015

Felices ustedes

Fiesta de Todos los Santos
Apc 7,2-14  -  1Jn 3,1-3  -  Mt 5,1-12

   La fiesta de Todos los Santos no debemos reducirla a los santos
“beatificados” o “canonizados” por nuestra Iglesia. Necesitamos
“universalizarla”, incluyendo: a los santos no cristianos… a los santos
de otras religiones… a los santos que no tienen religión… a los santos
anónimos… Justamente, sobre esta universalidad nos habla el libro
del Apocalipsis: Vi una multitud enorme, que nadie podía contar,
de toda nación… raza… pueblo… y lengua (primera lectura).

Felicidad, dicha, bienaventuranza… en la vida de Jesús
   Un día, Jesús sube a la montaña… Al ver una inmensa multitud
de hombres y mujeres, les anuncia esta Buena Noticia:
*Felices los pobres de espíritu… porque el Reino de los cielos les pertenece.
-A un fariseo importante que le había invitado a comer, Jesús le dice:
Cuando ofrezcas una comida, invita a los pobres, mancos, cojos,
ciegos; y tú serás feliz porque ellos no pueden pagarte (Lc 14,12ss).
*Felices los que lloran… ellos serán consolados.
-En Betania, al ver llorar a María por la muerte de su hermano Lázaro,
Jesús se ‘com-padece’ profundamente y se pone a llorar (Jn 11,33ss).
-Habiendo entrado en Jerusalén y ver la ciudad, Jesús llora por ella
y dice: Ojalá reconozcas, hoy, los caminos de la paz (Lc 19,41s).
*Felices los mansos… ellos heredarán la tierra.
-En una ocasión, Jesús alaba al Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque la gente humilde acoge sus enseñanzas. Luego añade: Vengan
a mí los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré… Aprendan
de mí que soy paciente y humilde de corazón, y encontrarán descanso
para su vida, pues mi yugo es suave y mi carga liviana (Mt 11,25ss).
*Felices los que tienen hambre y sed de justicia… ellos serán saciados.
-Jesús pronuncia sus primeras palabras (según Mateo, 3,15) al pedir
a Juan que lo bautice,: Es necesario que cumplamos la justicia plena.
Justicia es obra de Dios y también respuesta humana, y debemos
hacerla realidad amando a Dios y amando al prójimo.
*Felices los misericordiosos… ellos alcanzarán misericordia.
-Así como Dios Padre actúa con entrañas de misericordia (Lc 1,78),
también Jesús, su Hijo muy amado, actúa de la misma manera.
En la ciudad de Naín llevan a enterrar al hijo único de una viuda.
Jesús al verla llorar se ‘com-padece’ y le dice: No llores (Lc 7,11ss).
*Felices los limpios de corazón… ellos verán a Dios.
Ciertamente, solo se ve bien con el corazón… Por eso Jesús nos dice:
El hombre bueno saca el bien del tesoro que hay en su corazón…
porque de la abundancia del corazón habla la boca (Lc 6,45).
*Felices los que trabajan por la paz… ellos se llamarán hijos de Dios.
Jesús, al enviar en misión a los setenta y dos discípulos, les dice:
Vayan, pero sepan que yo los envío como ovejas en medio de lobos…
Al entrar en una casa digan primero: Paz para esta casa (Lc 10,3ss).
*Felices los perseguidos… porque el Reino de los cielos les pertenece.
-Yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores.
Así serán hijos del Padre del cielo, que hace salir el sol sobre
malos y buenos, y hace llover sobre justos y pecadores (Mt 5,44ss). 

Iglesia de los pobres de espíritu y de los pecadores
   Sobre el significado del Sínodo de la familia, el Papa Francisco dice:
*Significa haber tratado de ver y leer la realidad o, mejor dicho,
las realidades de hoy con los ojos de Dios, para encender e iluminar
con la llama de la fe los corazones de los hombres, en un momento
histórico de desaliento y de crisis social, económica, moral
y de predominio de la negatividad.
*Significa haber dado testimonio a todos de que el Evangelio
sigue siendo para la Iglesia una fuente viva de eterna novedad,
contra quien quiere “adoctrinarlo” en piedras muertas para
lanzarlas contra los demás.
*Significa haber puesto al descubierto a los corazones cerrados, que
a menudo se esconden incluso detrás de las enseñanzas de la Iglesia
o detrás de las buenas intenciones para sentarse en la cátedra
de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad,
los casos difíciles y las familias heridas.
*Significa haber afirmado que la Iglesia es Iglesia de los pobres
de espíritu y de los pecadores en busca de perdón, y no solo
de los justos y de los santos, o mejor dicho, de los justos y de los
santos cuando se sienten pobres y pecadores (24 octubre 2015). 
J. Castillo A.

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