miércoles, 8 de noviembre de 2017

Estén preparados

32º Domingo, Tiempo Ordinario, ciclo A
Sab 6,12-16  -  1Tes 4,13-18  -  Mt 25,1-13

   Al comparar el Reino de Dios con la celebración de una boda,
Jesús nos pide estar preparados desde ahora… desde esta vida…
   Todos sabemos que el aceite da luz, solamente si se consume.
Por eso, la persona sabia es la que amasirve a los demás…
entrega su vida… para hacer realidad una sociedad más fraterna.
   En cambio, el necio vive instalado… encerrado en su egoísmo.

Personas necias que viven con las lámparas apagadas
   Cierto día, el filósofo griego Diógenes de Sínope (412-323 a.C.),
recorre las calles de Atenas llevando una lámpara encendida.
Mientras camina, tiene la esperanza de hallar personas honestas,
lamentablemente, solo encuentra personas necias y corruptas.
   ¿Hasta cuándo la tierra seguirá siendo un depósito de porquería?...
¿escuchamos el clamor de la tierra y de los pobres? (LS, 21 y 49).
¿Basta leer textos de la Escritura… y luego decir: Palabra de Dios?
*¡Ay de ustedes que envenenan la justicia y pisotean el derecho,
odian al que juzga rectamente y aborrecen al que dice la verdad!
Por haber oprimido al pobre, exigiéndole tributo de su cosecha,
si construyen casas lujosas con piedras talladas, no las habitarán;
y si plantan viñas selectas, no beberán de su vino (Amós, 5,7. 10s).
*Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá su sabor?
Ya no sirve. La arrojarán a la basura y la gente la pisará (Mt 5,13).
*Quien escucha mis enseñanzas y no las pone en práctica,
se parece a una persona necia que construye su casa sobre arena.
Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos,
y la casa se derrumbó, ocasionando una ruina terrible (Mt 7,26s).
*La luz vino al mundo, y los hombres prefieren las tinieblas a la luz,
porque sus acciones son malas. Quien obra el mal odia la luz,
y no se acerca a ella, para que no se descubra su maldad (Jn 3,19ss).   
*Ojalá fueras frío o caliente, pero como eres tibio,
ni frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca (Apc 3,15ss).

Personas sabias que viven con las lámparas encendidas
   Ya lo dijimos, la lámpara alumbra… solo si el aceite se consume.
Esto quiere decir que la capacidad de oíry de practicar…es personal,
no se puede transferir… ni considerar como propio lo que hacen otros.
No es egoísmo que las prudentes no comparten su aceite con las necias.
Por eso, quien oye las enseñanzas de Jesús y las pone en práctica,
puede alumbrar a los demás, para que den sentido a sus vidas..
   Mientras un pobre ciego camina de noche, su amigo lo reconoce,
se acerca, y le dice: ¿Qué haces Guno? Tú eres ciego y no ves,
sin embargo, caminas llevando una lámpara encendida.
El ciego le responde: Conozco de memoria las calles de este pueblo,
si llevo esta lámpara encendida, no es para ver mi camino, soy ciego;
sino para que otros encuentren su camino cuando me ven a mí.
¡Felices las personas sencillas que dan y comparten desde su pobreza!
   Durante la celebración del bautismo de niños, el celebrante dice:
A ustedes, padres y padrinos, se les confía acrecentar esta luz.
Que sus hijos, iluminados por Cristo, caminen como hijos de la luz
y, perseverando en la fe, puedan salir al encuentro del Señor.
¿Sigue ardiendo en nosotros el fuego que trajo Jesús? (Lc 12,49).
   Examinemos nuestra vida, meditando en las enseñanzas de Jesús:
*No  se enciende una lámpara para meterla en un cajón,
sino que se la pone en el candelero para que alumbre a todos.
Así debe brillar la luz de ustedes ante los demás, para que
viendo sus buenas obras, glorifiquen al Padre del cielo (Mt 5,15s).
*Quien escucha mis enseñanzas y las pone en práctica,
se parece a una persona sabia que construye su casa sobre roca.
Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos contra la casa,
pero no se derrumbó, porque tenía su base sobre roca (Mt 7,24s).
*La piedra despreciada es ahora la piedra principal (Mt 21,42).
   Más tarde, San Pablo -desde su experiencia de convertido- escribe:
El amor: -Es paciente y servicial, no es envidioso ni busca aparentar.
-No es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca su interés ni se irrita.
-Olvida las ofensas y las perdona.
-Nunca se alegra de la injusticia, y siempre se alegra de la verdad.
-Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta…
Ahora tenemos tres cosas permanentes: la fe, la esperanza y el amor;
pero la más importante de las tres es el amor (1Cor 13).
J. Castillo A.

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