20º Domingo, Tiempo
Ordinario, ciclo B
Prov 9,1-6 - Ef
5,15-20 - Jn 6,51-58
Al decir Jesús: El pan que yo doy es mi carne para la vida
del mundo,
los judíos discuten entre ellos y preguntan: ¿Cómo puede este hombre
darnos a comer su
carne? Jesús les responde con siete afirmaciones,
insistiendo en tres necesidades básicas: Comer…
Beber… Vida…
*Les aseguro que si no comen la
carne del Hijo del Hombre
y no beben su sangre no tendrán Vida en ustedes.
Para tener Vida plena (Jn 10,10), es necesario pasar:
de condiciones de vida
menos humanas (miseria, opresión, injusticia),
a condiciones más
humanas… hasta llegar -por la fe- a creer en Jesús,
quien nos llama a participar en la Vida de Dios (PP, 1967, nº 20-21).
¿Damos vida -como Jesús- a quienes
carecen de lo necesario?
¿Vale más el oro, o la vida del ser humano creado a imagen
de Dios?
*El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene Vida eterna,
y yo lo resucitaré en el último día.
Mientras muchos vivimos como si nunca vamos a morir,
y morimos como si
nunca hubieran vivido (Dalai Lama, 2014);
Jesús nos ofrece el camino de una Vida plena:
Yo soy la Resurrección
y la Vida. Quien cree en mí,
aunque muera vivirá; y
quien vive y cree en mí no morirá (Jn 11,25).
Al respecto, reflexionemos sobre la
importancia del amor fraterno:
Nosotros sabemos que
hemos pasado de la muerte a la vida porque
amamos a los hermanos.
Quien no ama, permanece en la muerte.
Quien odia a su
hermano es homicida,
y ya saben que ningún
homicida posee la Vida eterna (1Jn 3,14s).
*Mi carne es verdadera comida, y
mi sangre es verdadera bebida.
La carne del cordero fue el alimento que
dio fuerzas a los israelitas
para caminar hacia la liberación; y su sangre les salvó la vida (Ex 12).
Cuando Jesús habla de su carne se refiere a su misma persona,
y al hablar de su sangre se refiere a su entrega total por
nosotros:
No hay amor más grande
que dar la vida por los amigos (Jn 15,13).
*Quien come mi carne y bebe mi
sangre, vive en mí y yo en él.
No basta decir que Jesús nos alimenta plenamente en la Eucaristía.
Es necesario que nosotros al comulgar acojamos esa donación
y digamos: Ya no vivo
yo, es Cristo quien vive en mí (Gal 2,20).
Solo así, no seremos indiferentes con
los que sufren hambre y sed:
El que se ama a sí
mismo se pierde,
el que pierde la vida
en este mundo la conserva para la vida eterna.
El que quiera
servirme, que me siga,
y donde yo estoy allí
estará mi servidor (Jn 12,25s).
*Como el Padre que me ha enviado
tiene Vida y yo vivo por Él,
así también quien me come vivirá por mí.
Vida -con mayúscula- es la misma Vida
de Dios, presente en Jesús,
y comunicada a todos nosotros para que tengamos Vida
verdadera.
En Jesús, vamos a encontrarnos con
Alguien que da Vida plena:
Padre, la Vida eterna
consiste en que te conozcan a ti,
el único Dios
verdadero, y a Jesús a quien tú has enviado (Jn 17,3).
Sabiendo que la gloria de Dios consiste en que el hombre viva,
¿podemos permanecer ciegos, sordos y mudos, cuando hay
pobres
que buscan en la basura algo que tenga valor para
sobrevivir?
*Este es el pan que ha bajado del
cielo,
no es como el pan que comieron sus antepasados, y murieron.
En el desierto Dios alimenta a su
pueblo con pan o maná (Ex 16),
y al llegar la plenitud de los tiempos nos entrega a su Hijo
único,
para que todos nosotros tengamos Vida plena (Jn 10,10).
Ahora bien, Jesús que ha bajado del cielo está presente:
en sus hermanos hambrientos, sedientos, enfermos, excluidos…
y, desde allí, anuncia la Buena Noticia del Reino de Dios
que es Vida.
Pero, hay cristianos que no
entienden que el amor a los pobres
está al centro del
Evangelio (Papa Francisco, 28 de octubre 2014).
*Quien come de este pan, vivirá
para siempre.
¿Por qué muchos de nosotros hemos hecho
de la Cena del Señor:
costumbre… rutina… devoción individual… reunión social…?
¿Para qué nos alimentamos con el Pan de Vida y Bebida de Salvación,
si después damos la espalda a las personas que sufren hambre
y sed?
¿Qué nos impide rebelarnos contra tanta injusticia y
corrupción,
y poner el hombro para construir una sociedad fraterna?
J. Castillo A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario puede ayudar a mejorar este blog