Nacimiento de Jesús, ciclo A
Is 9,1-6
- Tito 2,11-14 - Lc
2,1-14
En vez de ser arrastrados por
el consumo y los adornos superfluos,
hagamos
algo para que Navidad sea Buena Noticia para los pobres.
Al
respecto, los textos de hoy proclaman: Luz,
gozo, paz, justicia…
Salvación, bondad, piedad, esperanza…Vida que
nace, alegría, paz…
En un
establo, María envuelve a Jesús en pañales
El
nacimiento y la infancia de Jesús debemos meditarlos,
teniendo
presente su vida adulta, pasión, muerte y resurrección.
*En Belén, José y María tocan muchas
puertas pidiendo alojamiento,
y como no
hay lugar para ellos, María da a luz a Jesús en un establo.
Más
tarde, en la sinagoga de Nazaret, Jesús anuncia su programa:
He sido ungido y enviado para: anunciar Buena Noticia a los pobres,
liberar a los cautivos y oprimidos, dar
vista a los ciegos (Lc 4,16ss).
Sin
embargo, como todo profeta, es rechazado en su propio pueblo.
y por
fidelidad a este programa, será crucificado fuera de la ciudad.
¿Qué
hacemos con las personas desechadas por los “sabios y justos”?
*Después de dar a luz, María envuelve
a Jesús en pañales.
Lo mismo
hace José de Arimatea: Pide a Pilato el
cuerpo de Jesús,
lo
envuelve en una sábana y lo coloca en un sepulcro (Lc 23,50ss).
¿Somos solidarios
con los hermanos de Jesús que andan mal vestidos?
*Luego, el ángel del Señor se aparece a
los pastores para decirles:
Hoy, en
la ciudad de David, ha nacido para ustedes el Salvador.
También
a Jesús, mientras está orando en el huerto de los Olivos,
se le
aparece un ángel que le anima y le da fuerzas (Lc 22,39ss).
¿Actuamos
con entrañas de misericordia con las personas que sufren?
*En la región, una multitud de ángeles
glorifican a Dios diciendo:
Gloria a
Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres.
Algo
semejante sucede cuando Jesús entra en la ciudad de Jerusalén,
sus
discípulos dicen: Paz en el cielo y gloria al Altísimo (Lc 19,35ss).
Y Jesús,
ya resucitado, les dirá: La paz esté con ustedes (Lc 24,36).
¿Trabajamos
por una paz verdadera, basada en la verdad y justicia?
En
aquella región había unos pastores
Dios toma
la iniciativa de anunciar el nacimiento de su Hijo
a unos
pastores despreciados por los buenos y oprimidos por los ricos.
Sin
embargo, cuando la gloria de Dios los envuelve con su luz,
aquellos
pastores sienten un gran temor.
Quizás
tienen miedo, no a las tinieblas sino a la luz, como nosotros
que
preferimos no la luz de la verdad, sino las tinieblas de la maldad:
La luz vino al mundo, y los hombres prefirieron
las tinieblas a la luz,
porque sus obras eran malas. Quien obra mal
odia la luz
y no se acerca a la luz, por temor de que sus
obras sean descubiertas.
En cambio, el que obra conforme a la verdad se
acerca a la luz,
para que se vea que todo lo hacen según la
voluntad Dios (Jn
3,19ss).
A
continuación, el mensajero del Señor les dice: No tengan miedo,
Les
traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo.
Esta Buena Noticia es la persona de Jesús,
Hijo de Dios y de María.
Su
nacimiento es motivo de alegría para todos, preferentemente,
para las
personas que son marginadas por la sociedad y la religión.
Hoy, si
la persona de Jesús ya no es Buena Noticia
para nosotros…
si sus
enseñanzas, obras y gestos audaces no nos dicen nada…
si
seguimos con ritos litúrgicos rutinarios y costumbres superfluas…
si somos
indiferentes con las personas que tienen hambre…
estamos
celebrando cualquier cosa, menos el Nacimiento de Jesús.
Luego,
el ángel les anuncia que la salvación
ha llegado a ellos:
Hoy, en
Belén, ha nacido para ustedes el Salvador: Cristo el Señor.
Que esta salvación llegue hoy,
preferentemente, a los niños y niñas:
-que
nacen con el peso intolerable de la
miseria…
-que son
“huérfanos” de padres vivos que los han abandonado…
-que
viven explotados, al ser víctimas del trabajo infantil…
-que
están sometidos a la prostitución, pornografía, turismo sexual…
-que
caminan por nuestras calles pidiendo limosna…
-que
buscan en la basura algo que tenga valor para sobrevivir…
-que no
tienen vestido para protegerse del frío y de las lluvias…
-que van
a dormir, generalmente, con el estómago vacío…
Por
eso, los cristianos, frente a cualquier sufrimiento humano,
debemos
solucionarlo en el acto… y también destruir sus causas…
Recordemos
que la
gloria de Dios no está en los adornos superfluos,
sino en que
todos los seres humanos tengan vida plena (S. Ireneo).
¡FELIZ NAVIDAD!, les deseo a todos ustedes.
J. Castillo A.
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