miércoles, 29 de enero de 2020

Las Bienaventuranzas

4º Domingo, Tiempo Ordinario, ciclo A
Sof 2,3;  3,12-13  -  1Cor 1,26-31  -  Mt 5,1-12

LAS BIENAVENTURANZAS
   El programa evangélico de las Bienaventuranzas es trascendental
para la vida del cristiano y para la trayectoria de todos los hombres.
Para los jóvenes y para las jóvenes es… un programa fascinante.
Bien se puede decir que quien ha comprendido y se propone practicar
las ocho Bienaventuranzas propuestas por Jesús,
ha comprendido y puede hacer realidad todo el Evangelio.
(Juan Pablo II a la juventud peruana - Lima, 2 de febrero de 1985).
     
Bienaventurados, dichosos, felices
Al ver a tantas personas, Jesús sube al monte y desde allí anuncia:
   *Felices los que tienen espíritu de pobre… los que, libremente,
viven con lo necesario, para ayudar -con lo mucho o poco que tienen-
a los hombres y mujeres que sufren… de ellos es el Reino de Dios.
-Padre, Señor del cielo y de la tierra, yo te alabo
porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos,
y las diste a conocer a la gente sencilla (Mt 11,25).
¿Hoy en día, los cristianos enseñamos y actuamos como Jesús?
   *Felices los que lloran... los que descubren la fuerza salvífica
del dolor, para crear un mundo fraterno… ellos recibirán consuelo.
Miren, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos.
Les secará las lágrimas de los ojos.
Ya no habrá muerte, ni pena, ni llanto, ni dolor (Apoc 21,3s).
¿Lloramos con los que lloran para liberarlos, y liberar a los opresores?
   *Felices los humildes… que oyen el gemido de la hermana tierra,
que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor
que nos reclama otro mundo… ellos recibirán la tierra en herencia.
-Vengan a mí los que están afligidos y agobiados, yo les aliviaré.
Carguen con mi yugo y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana (Mt 11,28ss).
¿Qué hacemos frente a la industrialización salvaje y descontrolada?
   *Felices los que tienen hambre y sed de justicia… los que oyen
las enseñanzas de Jesús, quien sigue llamándonos a la santidad,
a la justicia integral, a la perfección cristiana… ellos serán saciados.
-A los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, Jesús les dice:
Les aseguro que los cobradores de impuestos y las prostitutas
entrarán antes que ustedes en el Reino de Dios.
Pues vino Juan, a enseñar el camino de la justicia, y no le creyeron,
en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron (Mt 21,31s).
Los cristianos, ¿buscamos primero el Reino de Dios y su justicia?
   *Felices los misericordiosos… los que tienen un corazón bueno 
y compasivo, para eliminar la miseria dolorosa que padecen
los hermanos y hermanas de Jesús… ellos obtendrán misericordia.
-Tuve hambre y me dieron de comer. Tuve sed y me dieron de beber.
Era emigrante y me acogieron. Estaba desnudo y me vistieron.
Estaba enfermo y me sanaron, encarcelado y me liberaron (Mt 25).
¿Estamos pendientes de los problemas y necesidades del prójimo?
   *Felices los limpios de corazón… que han renunciado a la riqueza,
porque no se puede servir a Dios y al dineroellos verán a Dios.
-No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye
y los ladrones roban. Acumulen riquezas en el cielo,
donde la polilla no destruye ni los ladrones entran a robar.
Pues donde está tu tesoro, allí también está tu corazón (Mt 6,19ss).
“Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.
   *Felices los que trabajan por la paz… donde hay corrupción
ponen verdad, donde hay violencia ponen vida, donde hay opresión
ponen justicia… ellos serán reconocidos como hijos de Dios.
-Yo les digo: amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores.
Así serán hijos del Padre de ustedes que está en el cielo,
que hace salir el sol sobre justos y pecadores… (Mt 5,43ss).
¿Por qué hay violencia en países con tantos millones de cristianos?
   *Felices los que sufren persecución por causa de la justicia
por seguir fielmente a Jesús de Nazaret, y -como Él- hacer el bien,
dar de comer, sanar a los enfermos… de ellos es el Reino de Dios.
-Por mi causa, serán llevados ante los gobernadores y los reyes,
teniendo así la oportunidad de dar testimonio de mí ante ellos…
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Los que perseveren hasta el fin se salvarán (Mt 10,17ss).
¿Qué nos impide seguir a Jesús perseguido y crucificado?
J. Castillo A.

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