23º Domingo, Tiempo Ordinario, ciclo A
Ez 33,7-9 - Rom
13,8-10 - Mt 18,15-20
En vez de embarcarnos en proyectos que no tienen metas
claras,
y
que nos llevan a un activismo
pastoral deshumanizador;
sigamos
el ejemplo de Jesús que camina ligero de equipaje…
anuncia el Reino de Dios… y nos pide confiar en Dios
(Mt 6,31ss).
Para
ello, hagamos realidad las pequeñas
comunidades, donde:
se corrige al hermano… se acoge al pecador… se ora con Jesús…
Si
tu hermano te ofende, corrígelo
Sobre la corrección fraterna, Jesús nos ofrece pasos concretos.
*Primero, dialogar en privado con el hermano que nos ha ofendido,
ofrecerle
verdad y vida, para que cambie de
conducta y se convierta.
Al
respecto, el profeta Ezequiel anuncia esta Buena Noticia de Dios:
Si el malvado se convierte… si practica
el derecho y la justicia…
si devuelve el manto que ha recibido
como prenda…
si restituye lo que ha robado… si cumple
con las leyes que dan vida…
si deja de hacer el mal… entonces vivirá y no morirá (Ez 33,14s).
*Si
lo anterior no da resultado, invitar
a dos o tres miembros,
para
que en presencia de ellos (testigos), el hermano que ha pecado:
reflexione…
reconozca sus errores… y vuelva al camino de la verdad.
*En
tercera instancia se informa a la
comunidad, cuyos miembros
deben
ser: levadura en la masa… sal de la
tierra… luz del mundo…
*Solo,
si no escucha a la comunidad, será un
pagano o publicano.
Sin
embargo, debemos tratarlo siguiendo el ejemplo de Jesús,
que
en lugar de “excomulgar”… va en busca de la oveja perdida,
y,
cuando la ha encontrado, tiene más alegría por ella,
que
por las noventa y nueve que no se extraviaron (Mt 18,12-14).
San
Agustín, en su comentario a la 1ª carta
de San Juan, dice:
Pidan a Dios la gracia de vivir siempre
en amor fraterno,
amando no solo al que efectivamente es
tu hermano,
sino también amando a tu enemigo, para
que a fuerza del amor,
él se convierta de veras en hermano tuyo (Homilía 10,7).
Comunidad
cristiana que acoge y perdona
Al respecto, sigamos el ejemplo de Jesús,
el Profeta misericordioso.
*¿Participamos en la Eucaristía,
habiéndonos reconciliado antes?
Escuchemos
a Jesús que nos dice: Si al llevar tu
ofrenda al altar,
recuerdas que tu hermano tiene alguna
queja contra ti,
deja tu ofrenda y ve primero a reconciliarte con tu hermano,
solo después volverás a presentar tu
ofrenda
(Mt 5,23).
*Al orar -como Jesús nos enseña-
pongamos en práctica el perdón:
Padre nuestro… perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Luego
Jesús nos dice: Si ustedes perdonan a los
demás sus faltas,
también el Padre del cielo les perdonará a ustedes (Mt 6,9-15).
*Cuando Jesús perdona a personas
pecadoras, solo les pide amor y fe:
Sus numerosos pecados son perdonados
porque amó mucho…
Mujer, tu fe te ha salvado (Lc 7,36ss; cf. Lc 19,1-10; Jn 21,15-20).
No
pongamos límites al perdón-acogida practicado por Jesús…
ni
hagamos del sacramento de la
reconciliación una carga pesada.
Reunidos
en la persona de Jesús
Es bueno realizar ciertas concentraciones
masivas, pero no basta.
Muy
diferente son las pequeñas comunidades,
pues, el mismo Jesús
está presente donde dos o tres se reúnen
en su nombre, en su persona.
Estas
pequeñas comunidades tienen su raíz en la
primitiva Iglesia,
de
ellas nos habla el libro de los Hechos (2,42-47; 4,32-35).
Oigamos
también las enseñanzas y experiencias de nuestros
obispos:
*En estas comunidades, aunque sean pequeñas y pobres o que vivan
en la dispersión, está presente Cristo (Concilio
Vaticano II, LG, 26).
*El esfuerzo pastoral de la Iglesia debe
orientarse a transformar
esas
comunidades en “familia de Dios”,
en foco de evangelización
y en factor primordial de promoción
humana
(Medellín, XV, n.10).
*En
las Comunidades Eclesiales de Base
hay: relación personal…
aceptación de la Palabra de Dios…
revisión de vida…
reflexión sobre la realidad a la luz del
Evangelio…
(Puebla, n. 629).
*Las
Comunidades Eclesiales de Base
tienen la Palabra de Dios
como fuente de su espiritualidad…
despliegan su compromiso
evangelizador y misionero entre los más
sencillos y alejados…
son expresión visible de la opción preferencial por los pobres…
es fuente de variados servicios en la
sociedad (Aparecida,
179).
J. Castillo A.
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