miércoles, 11 de noviembre de 2015

Un mundo nuevo es posible

Domingo XXXIII, Tiempo Ordinario, ciclo B
Dn 12,1-3  -  Heb 10,11-18  -  Mc 13,24-32

   Cuando Jesús habla sobre la destrucción del templo de Jerusalén,
Pedro, Santiago, Juan y Andrés (sus primeros discípulos, Mc 1),
le preguntan aparte: Dinos, ¿cuándo sucederá todo esto? (Mc 13).
   Al responder, Jesús les hace ver que en este mundo hay:
guerras, terremotos, autoridades corruptas, persecuciones, muertes…
Sabiendo que para cada noche oscura hay siempre un claro amanecer,
un mundo nuevo es posible desde la Buena Noticia que Jesús anuncia.

Ustedes serán perseguidos por mi causa
   Jesús es perseguido por las autoridades políticas y religiosas
hasta morir crucificado, porque anuncia el Reino de Dios.
Sus seguidores tienen que recorrer el mismo camino, porque:
El discípulo no está por encima del maestro… Si al dueño de casa
le llaman Demonio, ¡qué no dirán de su familia! (Mt 10,24s).
   Ahora bien, según el cap. 13 de Marcos, los discípulos de Jesús,
por proclamar sus enseñanzas y sus obras, son perseguidos.
*Los emperadores romanos que se consideran personajes divinos,
persiguen e interrogan a los cristianos; quienes se mantienen firmes,
porque Jesús había dicho: No se preocupen por lo que van a decir…
porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
*Con relación a las autoridades judías, los cristianos al ser azotados
en las sinagogas por causa de Jesús, es ocasión para dar testimonio.
*Entre los problemas que hay al interior de la misma comunidad,
están los falsos mesías y los falsos profetas, que hacen milagros
hasta el punto de engañar -si fuera posible- a los elegidos.
*El odio por la causa de Jesús llega incluso a los hogares:
Un hermano entrega a la muerte a su hermano, el padre al hijo,
los hijos se levantan contra sus padres y les dan muerte.
   En medio de estas tribulaciones los cristianos no dan marcha atrás,
porque la presencia del Hijo del Hombre les acompaña: En el mundo
van a sufrir, pero tengan valor, yo he vencido al mundo (Jn 16,33).

El sol se oscurecerá, la luna perderá su brillo
   Dios Padre creó el cielo y la tierra… Y vio que era bueno (Gen 1).
Sin embargo, en la tierra crecía: maldad, corrupción, crímenes, porque
los seres humanos se habían corrompido en su proceder (Gen 6).
   Si hoy: el sol se oscurece, la luna pierde su brillo, la tierra nuestra
casa común sigue siendo destruida, las lagunas y ríos contaminados…
no es por culpa de Dios Padre, sino de nosotros: hombres y mujeres.
Por eso, ¿hasta cuándo seguiremos explotando de manera irracional
los bienes de la tierra, poniendo en serio peligro la vida de todos
y la vida de las próximas generaciones? ¿Es justo que la tierra, nuestra
casa se convierta en un inmenso depósito de porquería? (LS, 21).
   Antes que sea demasiado tarde, ojalá los cristianos y las personas
de buena voluntad hagamos algo efectivo: Llevar un estilo de vida
sencillo… Rechazar el consumismo esclavizador e ilimitado de cosas
superfluas y descartables… Utilizar de nuevo lo que hemos usado,
reparar lo que se ha malogrado, reciclar… Cambiar la economía
neoliberal, agresiva, competitiva…Solo así, diremos con S. Francisco:
Alabado seas, mi Señor, por el hermano sol… por la hermana luna…
por la hermana agua… por la hermana nuestra madre tierra

Verán al Hijo del Hombre
   Hijo del Hombre significa que Jesús es verdadero ser humano.
Este título es utilizado por Jesús en muchas ocasiones y solo por Él.
*Estando en Cafarnaún (Mc 2), le traen a un paralítico. Viendo Jesús
la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados quedan perdonados.
Y como los maestros de la ley se ponen a murmurar, Jesús les dice:
El Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados...
*A los fariseos, observantes del descanso del sábado, Jesús les dice:
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Por esto, el Hijo del Hombre es también Señor del sábado (Mc 2).
*Al anunciar por tercera vez su pasión, muerte y resurrección,
Jesús dice a sus discípulos: El Hijo del Hombre será entregado
a los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley. Se burlarán de Él
y le darán muerte, pero tres días después resucitará (Mc 10).
   Desde el momento que Dios viene a nosotros en la persona de Jesús,
Hijo de Dios e Hijo del Hombre,  Jesús -presente en sus hermanos
pobres (Mt 25)- es el camino que nos conduce a Dios.
J. Castillo A.

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