4º Domingo, Tiempo Ordinario,
ciclo A
Sof 2,3; 3,12-13
- 1Cor 1,26-31 - Mt
5,1-12
LAS BIENAVENTURANZAS
El programa evangélico de las Bienaventuranzas es
trascendental
para la vida del cristiano y para
la trayectoria de todos los hombres.
Para los jóvenes y para las jóvenes
es… un programa fascinante.
Bien se puede decir que quien ha
comprendido y se propone practicar
las ocho Bienaventuranzas propuestas por Jesús,
ha comprendido y puede hacer
realidad todo el Evangelio.
(Juan
Pablo II a la juventud peruana - Lima, 2 de febrero de 1985).
Bienaventurados, dichosos, felices
Al ver a tantas personas, Jesús sube al monte y
desde allí anuncia:
*Felices los que tienen espíritu de
pobre… los que, libremente,
viven
con lo necesario, para ayudar -con lo mucho o poco que tienen-
a los
hombres y mujeres que sufren… de ellos es el Reino de Dios.
-Padre,
Señor del cielo y de la tierra, yo te alabo
porque has ocultado estas cosas a
los sabios y entendidos,
y las diste a conocer a la gente
sencilla (Mt
11,25).
¿Hoy en
día, los cristianos enseñamos y actuamos como Jesús?
*Felices los que lloran... los
que descubren la fuerza salvífica
del
dolor, para crear un mundo fraterno… ellos recibirán consuelo.
Miren, ellos serán su pueblo y Dios
mismo estará con ellos.
Les secará las lágrimas de los
ojos.
Ya no habrá muerte, ni pena, ni
llanto, ni dolor (Apoc
21,3s).
¿Lloramos
con los que lloran para liberarlos, y liberar a los opresores?
*Felices los humildes… que
oyen el gemido de la hermana tierra,
que se
une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor
que nos
reclama otro mundo… ellos recibirán la tierra en herencia.
-Vengan
a mí los que están afligidos y agobiados, yo les aliviaré.
Carguen con mi yugo y aprendan de
mí,
que soy manso y humilde de corazón,
y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga
es liviana (Mt
11,28ss).
¿Qué
hacemos frente a la industrialización salvaje y descontrolada?
*Felices los que tienen hambre y sed
de justicia… los que oyen
las
enseñanzas de Jesús, quien sigue llamándonos a la santidad,
a la
justicia integral, a la perfección cristiana… ellos serán saciados.
-A
los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, Jesús les dice:
Les aseguro que los cobradores de
impuestos y las prostitutas
entrarán antes que ustedes en el
Reino de Dios.
Pues vino Juan, a enseñar el camino
de la justicia, y no le creyeron,
en cambio, los publicanos y las
prostitutas sí le creyeron (Mt 21,31s).
Los
cristianos, ¿buscamos primero el Reino de Dios y su justicia?
*Felices los misericordiosos…
los que tienen un corazón bueno
y
compasivo, para eliminar la miseria dolorosa que padecen
los
hermanos y hermanas de Jesús… ellos obtendrán misericordia.
-Tuve
hambre y me dieron de comer. Tuve sed y me dieron de beber.
Era emigrante y me acogieron.
Estaba desnudo y me vistieron.
Estaba enfermo y me sanaron,
encarcelado y me liberaron (Mt 25).
¿Estamos
pendientes de los problemas y necesidades del prójimo?
*Felices los limpios de corazón…
que han renunciado a la riqueza,
porque no
se puede servir a Dios y al dinero… ellos verán a Dios.
-No
amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye
y los ladrones roban. Acumulen
riquezas en el cielo,
donde la polilla no destruye ni los
ladrones entran a robar.
Pues donde está tu tesoro, allí
también está tu corazón (Mt 6,19ss).
“Solo se
ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.
*Felices los que trabajan por la paz…
donde hay corrupción
ponen
verdad, donde hay violencia ponen vida, donde hay opresión
ponen
justicia… ellos serán reconocidos como hijos de Dios.
-Yo
les digo: amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores.
Así serán hijos del Padre de
ustedes que está en el cielo,
que hace salir el sol sobre justos
y pecadores… (Mt
5,43ss).
¿Por qué
hay violencia en países con tantos millones de cristianos?
*Felices los que sufren persecución
por causa de la justicia…
por
seguir fielmente a Jesús de Nazaret, y -como Él- hacer el bien,
dar de
comer, sanar a los enfermos… de ellos es el Reino de Dios.
-Por
mi causa, serán llevados ante los gobernadores y los reyes,
teniendo así la oportunidad de dar
testimonio de mí ante ellos…
Serán odiados por todos a causa de
mi Nombre.
Los que perseveren hasta el fin se
salvarán (Mt
10,17ss).
¿Qué nos
impide seguir a Jesús perseguido y crucificado?
J. Castillo A.
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